El tono del cruce de amenazas entre Siria e Israel aumentó ayer varios grados cuando una portavoz de Damasco afirmó que si el Gabinete de Ariel Sharon vuelve a bombardear objetivos en suelo sirio, su Gobierno "tiene el derecho a ejercitar la defensa propia en todas las formas posibles". Un portavoz israelí respondió que los "países que dan abrigo al terrorismo no tienen derecho a hablar de defensa propia".

Una semana después del bombardeo israelí contra una supuesta base de la Yihad Islámica situada a 15 kilómetros de Damasco --el primer ataque israelí contra Siria en 30 años--, la respuesta siria se ha centrado en pedir un rapapolvo para Israel en el consejo de seguridad de la ONU. Dado que esta vía, a causa de la postura de EEUU, no parece que vaya a dar frutos, los irritados sirios lanzan el mensaje de que su paciencia tiene un límite, aún a sabiendas de que su potencial militar es inferior al israelí.

"Esperamos que los israelís no repitan su agresión, pero si esto sucede, Siria ejercitará su derecho a la defensa propia", declaró ayer en Damasco la portavoz gubernamental siria Bushra Kanafani, quien añadió que su país no da cobijo ni a la Yihad Islámica ni a Hamas.

El portavoz israelí Gideon Meir respondió, con una afirmación al más puro estilo doctrina Bush , que "los estados que apoyan el terrorismo son objetivos legítimos". Luego matizó que los objetivos reales "son las organizaciones terroristas y sus líderes".

Lenguaje y tono bélico, seguramente más bravucón que real, que se vio acrecentado con una información publicada ayer por el diario Los Angeles Times según la cual Israel ha modificado misiles de fabricación estadounidense para poder llevar a cabo ataques nucleares desde submarinos. La información del diario cita fuentes anónimas de la Casa Blanca y de la Administración israelí.

El tenso momento entre Israel y Siria y, por extensión, el Líbano, puede afectar a las negociaciones que llevan a cabo la milicia libanesa Hizbulá y el Gobierno de Sharon para intercambiar prisioneros.