La Convención para la Prohibición de las Armas Químicas ha entrado este lunes en vigor en Siria, que se ha convertido así en el estado 190 de la organización, justo cuando una misión de inspectores internacionales se encuentra en el país árabe para desmantelar el arsenal químico del régimen de Bashar el Asad.

Un portavoz de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) ha señalado a Efe que la convención entró en vigor a las 04.00 hora GMT (07.00 hora local). El portavoz ha explicado que el día de hoy marca el ingreso formal de Siria en la convención, aunque en las últimas semanas ya se había progresado y se había empezado a aplicar técnicamente.

Sobre el terreno, la entrada en vigor no afectará al equipo de expertos de la OPAQ y de la ONU que está en Siria. La fuente ha recordado que fue el régimen de Damasco el que solicitó su ingreso en la OPAQ y pidió que se aceleraran los trámites para hacerlo.

La misión de expertos llegó al territorio sirio el 1 de octubre para verificar y destruir las armas químicas en poder del régimen. El equipo ha comenzado ya a desmantelar ese arsenal y ha visitado 20 lugares en Siria.

La Convención para la Destrucción de Armas Químicas establece que sus estados parte, en este caso Siria, son responsables de la seguridad de los investigadores de la OPAQ, como también de los costes de la destrucción del armamento.

Acuerdo entre Washington y Moscú

El desarme químico se produce en el marco del acuerdo alcanzado en septiembre entre Moscú y Washington para evitar una intervención militar estadounidense en Siria, tras el ataque con armas químicas del pasado 21 de agosto contra barrios de la periferia de la capital siria, que causó más de mil muertos.

El viernes pasado, el Comité Nobel de Noruega anunció la concesión del premio Nobel de la Paz 2013 a la OPAQ, por sus "amplios esfuerzos para eliminar" los arsenales químicos y como impulso a su papel en el conflicto de Siria.

Atentado en Idleb

Por otro lado, al menos 27 personas han muerto este lunes y decenas han resultado heridas por la explosión de un coche bomba en la localidad de Darkush, en la provincia septentrional de Idleb, fronteriza con Turquía, según han informado activistas y opositores. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres, ha destacado que entre los fallecidos hay tres menores y una mujer.

La opositora Comisión General de la Revolución Siria ha precisado que el atentado se ha registrado en un mercado de Darkush y que después ha habido ataques aéreos y disparos de armas pesadas en la zona. Dichas informaciones no han podido ser verificadas de forma independiente debido a las restricciones impuestas por las autoridades sirias a los periodistas para trabajar.

Destrucción de un santuario sufí

Por otra parte, el OSDH también ha informado de que el santuario del jeque sufí Eisa Abdelqader al Rifai, en el noreste de Siria, ha sido destruido en un presunto ataque yihadista del grupo Estado Islámico de Irak y del Levante. El director del OSDH, Rami Abderrahman, ha explicado que hombres armados, supuestos miembros del Estado Islámico, hicieron explotar ayer el mausoleo, ubicado en la localidad de Busaira, en la provincia de Deir al Zur.

Abderrahman ha subrayado que este tipo de ataques se han vuelto frecuentes en los últimos meses y ha recordado que el pasado 24 de agosto fue también destruido el santuario de otro jeque sufí, Abdelatif al Rifai.

Ataque suicida en la capital

Anoche, un doble atentado perpetrado por dos terroristas suicidas a bordo de sendos coches bomba contra el edificio de la radiotelevisión siria, cerca de la plaza de los Omeyas, en el centro de Damasco, causó daños materiales.

El centro de la capital siria ya ha sido escenario de distintos atentados desde que estalló el conflicto en este castigado país árabe en marzo de 2011. Según datos de la ONU, la guerra civil en Siria ya ha causado más de 100.000 muertos y millones de desplazados y refugiados.