El autor confeso de la masacre supremacista perpetrada el 15 de marzo de 2019 en Nueva Zelanda, que se saldó con 51 muertos, debería ser condenado a cadena perpetua y devuelto a su país de origen, Australia, pidieron los sobrevivientes en el proceso condenatorio.

El australiano Brenton Tarrant, de 29 años, afronta una posible cadena perpetua sin libertad condicional por 51 cargos por asesinato, 40 por tentativa de asesinato y uno por terrorismo a consecuencia del ataque con armas semi-automáticas, que retransmitió parcialmente, a las mezquitas de Al Noor y Linwood, en la ciudad de Christchurch.

Perdón para Breton

"Envíe a Brenton a Australia", pidió John Milne, padre de un adolescente de 14 años muerto en el ataque, al dirigirse al juez Cameron Mander del Tribunal Superior de la ciudad de Christchurch, a pesar de que esta decisión no está en manos del magistrado.

"Estás perdonado incondicionalmente Brenton", le dijo a Tarrant este exmaestro de escuela, al instarle durante su desgarrador y emotivo testimonio que cuando muera y potencialmente vaya al paraíso "le pidas perdón a Sayaad", su hijo fallecido.

"Has matado a mi hijo, pero para mí has matado a toda Nueva Zelanda", le reclamó a Tarrant Aden Diriye, padre de Mucaad Ibrahim, el niño de tres años que fue la víctima más joven del atentado.

"Sé que la verdadera justicia te espera en la próxima vida y sé que será más severa. Nunca te perdonaré por lo que hiciste", le espetó Diriye, al comentar que confía en que el tribunal le dará una sentencia justa.

Prisión de por vida

Al inicio de la jornada, Aha Nabi, hijo de otra víctima, le pidió al juez Mander que "este parásito del mundo nunca salga libre de la prisión en toda su vida y que nunca dé ejemplo a quienes siguen sus pasos".

"Tú quisiste hacer de este mundo un culto humano de un color, pero nunca tuviste éxito. No hay nada heroico en matar a la gente por la espalda, sin que ésta tenga la oportunidad de defenderse", añadió.

En la jornada se espera que el fiscal, Mark Zarifeh, haga una presentación al final de los testimonios de unos 80 sobrevivientes y familiares de las víctimas de la masacre, que comenzaron a desfilar por el tribunal desde el lunes, antes de que Tarrant tome la palabra.