Si no hay sorpresas, Anne Hidalgo renovará su mandato y tendrá las llaves del Ayuntamiento de París seis años más. Los sondeos sobre intención de voto en la segunda vuelta de las elecciones municipales que Francia celebra este domingo le dan a la alcaldesa socialista de origen español una ventaja de diez puntos frente a su principal rival, la exministra de Justicia de Nicolas Sarkozy y candidata de Los Republicanos, Rachida Dati.

Muy relegada, la tercera en liza es Agnès Buzyn, exministra de Sanidad de Emmanuel Macron que entró en la carrera electoral por accidente después de que el candidato elegido por La República en Marcha tirara la toalla al salir a la luz un escándalo sexual.

Al frente de una plataforma llamada París en común, apoyada por ecologistas y comunistas, Hidalgo ha estado, como muchos alcaldes salientes, en primera línea durante la pandemia del coronavirus y con su gestión de la crisis sale reforzada. Además, cosecha el fruto de su apuesta ecológica, también muy criticada por algunos 'lobbys', materializada en los kilómetros de carriles bici que proliferan en la capital.

PRIMERA VUELTA POLÉMICA

La primera vuelta electoral se celebró en medio de la polémica el pasado 15 de marzo, en vísperas del confinamiento por el covid-19 que obligó a posponer el segundo y definitivo turno hasta que los datos epidemiológicos fueran mejores.

En más de 30.000 localidades poco pobladas el resultado de marzo fue concluyente pero del voto de este domingo depende el futuro de unas 5.000. Se juega, sobre todo, el color político de las grandes ciudades y medirá el avance de los ecologistas, que tenían el viento a favor antes de la explosión del virus y la experiencia del confinamiento ha legitimado sus propuestas porque entre los franceses se abre paso el deseo de vivir en ciudades más tranquilas, más limpias, con menos ruido y menos coches.

Los Verdes confían en lograr un trofeo de primera en Lyon, tercera ciudad del país y muy vinculada al macronismo porque ahí se celebró en el 2017 el primer congreso de La República en Marcha, la formación del presidente, que se prepara para una debacle en los comicios locales.

Grégory Doucet, el candidato ecologista, podría acabar con el dominio de Gérard Collomb, alcalde de la ciudad del Ródano desde el 2001, uno de los primeros socialistas de peso en apoyar la carrera al Elíseo de Macron, de quien fue su ministro del Interior hasta su dimisión en el 2018. Collomb ha consumado la ruptura con el presidente al pactar con la derecha.

Otro vuelco sonoro podría vivirse en Marsella, la segunda urbe francesa. Si la coalición progresista liderada por Michèle Rubirola Primavera marsellesa revalida el resultado de marzo, terminará con un cuarto de siglo de gobierno de la derecha. Jean Claude Gaudin, octogenario barón de Los Republicanos que no opta a la reelección, confiaba en legar su sillón a Martine Vassal, pero las sospechas de fraude en el voto por poderes que salpican a la candidata puede dar al traste con su plan.

PERPINYÀ Y LE HAVRE

Dos localidades serán observadas con particular atención el domingo. Perpinyà, donde el frente republicano podría ser insuficiente para impedir al ultraderechista Louis Aliot, expareja de Marine Le Pen, arrebatarle el consistorio al conservador Jean Marc Pujol, y Le Havre, el puerto normando al que el primer ministro, Edouard Philippe, sueña con volver como alcalde.

La última palabra sobre el destino de Philippe la tendrá Macron, que prepara una remodelación gubernamental para encarar el resto de la legislatura y lanzar el pistoletazo de salida de las presidenciales del 2022.