El presidente del grupo del Partido Socialista Europeo (PSE) en la Eurocámara, Martin Shulz, pasó ayer a las amenazas en el pulso que mantiene con José Manuel Durao Barroso, próximo presidente de la Comisión Europea, a raíz de la polémica designación del italiano Rocco Buttiglione como comisario de Justicia, Libertad y Seguridad. "Votaremos contra la Comisión entrante si no hay cambios en la distribución de carteras, en especial en Justicia y Libertad", manifestó el alemán.

"Alguien cuyas ideas recuerdan a la sociedad del siglo XIX no es el más indicado para desarrollar la sociedad del siglo XXI", añadió Shulz.

Los socialistas culpan a Barroso de la escalada de la crisis, lo acusan de mantener una actitud desafiante y de ningunear a la Eurocámara. Barroso reiteró ayer que está "muy satisfecho" con el equipo que tiene y que espera obtener el apoyo del Parlamento, que deberá votar la nueva Comisión el día 27. Shulz calificó de "inaceptable" que Barroso apoye a Buttiglione.

El caso Buttiglione saltó cuando el italiano dijo que la homosexualidad es pecado y que la familia está para que la mujer tenga hijos y el marido la proteja. Buttiglione negó que vaya a dimitir, pero antepuso sus ideales al cargo.