El socio de Gobierno de David Cameron, el viceprimerministro, Nick Clegg, del Partido Liberaldemócrata británico, ha admitido este domingo que está "amargamente decepcionado" por el resultado de la cumbre del viernes en Bruselas, en la que el Reino Unido se autoexcluyó del pacto alcanzado por el resto de miembros de la Unión Europea y ha advertido de que el país corre "un verdadero peligro de quedar aislado y marginado".

En declaraciones a la BBC, Clegg, que en un principio intentó defender la actuación del primer ministro, el conservador David Cameron, ha afirmado que lo ocurrido en Bruselas es "malo para el Reino Unido", que fue el único país de los Veintisiete (Hungría, Suecia y la República Checa tienen que consultar a sus respectivos parlamentos) que se negó tajantemente a apoyar un pacto fiscal para resolver la crisis en la zona euro debido a que no se aceptaron las salvaguardas que pedía para la City de Londres, centro financiero del país. "No creo que sea bueno para el empleo, en la City o en otros lugares, no creo que sea bueno para el crecimiento del país", ha insistido Clegg.

Aunque esas salvaguardas, que, según el Gobierno de Cameron, eran meramente técnicas, habían sido acordadas previamente por los socios de la coalición, Clegg ha destacado que el premir jugó mal sus cartas y debería "haber vuelto con algo" para mostrar al Parlamento. El líder del partido más europeísta del país no ha ocultado su disgusto al afirmar que "nadie puede pensar que será bueno para Gran Bretaña a largo plazo estar en una posición de uno contra 26".

Los euroescépticos, "muy equivocados"

El veto de Cameron a la reforma del Tratado de Lisboa, en cambio, ha sido aplaudido por el ala euroescéptica del Partido Conservador. De estos diputados, Clegg ha asegurado que están "espectacularmente equivocados". Sobre la posibilidad de que estos diputados reclamen ahora la celebración de un referendo sobre la pertenencia del Reino Unido a la UE --algo que ya han pedido algunos de ellos--, el dirigente liberal ha opinado que no hay fundamento para ello debido a que no se debate "ninguna transferencia de soberanía" a Bruselas, que es lo que obligaría a celebrar uno.