El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, se encuentra cada vez más acorralado por sus socios de Gobierno, tras el reciente descalabro en las elecciones regionales. Ayer, el líder de los democristianos y viceprimer ministro, Marco Follini, abogó por un adelanto de las elecciones generales, previstas para el 2006, en una entrevista al diario Corriere della Sera . Para Follini, "sería políticamente honesto devolver a los electores la llave de la disputa". El dirigente del pequeño partido democristiano consideró que "sería sabio ahorrar al país un año de campaña electoral venenosa y demagógica".

OTRA PROPUESTA Una salida diferente planteó Alianza Nacional, también parte de la coalición gubernamental. La formación derechista respaldó al primer ministro, pero planteó la renovación del Ejecutivo. El ministro de Agricultura, Gianni Alemanno, indicó que el próximo año Silvio Berlusconi podría optar a ser presidente de Italia --cuando finalice el mandato Carlo Azeglio Ciampi-- de manera que el candidato a primer ministro puede ser el actual viceprimer ministro y titular de Asuntos Exteriores, Gianfranco Fini, o el presidente de la Cámara de Diputados, Pierferdinando Casini.