El equipo de control de daños del presidente de Estados Unidos, George Bush, trabaja a toda máquina para mitigar el impacto de la racha de malas noticias. No sólo sus motivos para ir a la guerra eran falsos --y los resultados, catastróficos--, sino que su historial muestra que se zafó de ir a la mili en Vietnam.

Una de las medidas que baraja la Casa Blanca es soltar el lastre de Cheney, ardiente promotor de la guerra y padrino de los neoconservadores ultraderechistas, que puede caerse del ticket republicano.

*Periodista.