Sorpresa e indignación contenida. Las empresas españolas mencionadas en el inventario armamentista remitido por Irak a la ONU negaron ayer tajantemente a este diario haber colaborado con el régimen de Bagdad en algún programa para la fabricación de armas de destrucción masiva e insistieron en que todas sus exportaciones se ajustan a la legalidad internacional.

Las empresas mencionadas tienen su sede en el País Vasco y se dedican a la fabricación de maquina-herramienta "de uso genérico", según sus responsables. Danobat es una cooperativa con más de 800 trabajadores de Elgoibar, el "primer grupo español de máquina-herramienta", en palabras de su subdirector Agustín Arambarri. Zayer, con sede en Vitoria, es una empresa privada con unos 230 trabajadores dedicada a la fabricación de "fresadoras", máquinas de "arranque de virutas para dar forma a los metales", según afirma Carlos Ercilla, consejero delegado.

EN LA PRENSA ALEMANA

Las dos empresas negaron las alegaciones de la prensa alemana que tuvo acceso al informe iraquí. Danobat insiste en que no ha tenido ninguna relación comercial con el régimen de Sadam Husein, aunque reconoce exportar a países vecinos como Irán o Siria "tornos y rectificadoras". Zeyer admite haber vendido "fresadoras" a Irak durante un decenio, pero siempre antes de 1990, fecha de la invasión iraquí de Kuwait. Esta firma desconoce si su producción puede llegar a tener "usos militares".