Entre sospechas de fraude y pocas esperanzas de cambiar una historia aciaga, más de cuatro millones y medio de haitianos están convocados hoy a las urnas para elegir un nuevo presidente, los 99 legisladores de la Cámara de Diputados y 11 de los 30 miembros del Senado. Serán los políticos que tendrán que administrar el caos y la reconstrucción con las ayudas pendientes. En estas condiciones, hasta el jefe de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah), Edmond Mulet, al frente de 12.000 cascos azules, se conforma con lograr "un proceso electoral creíble". Cuatro de los 19 aspirantes a suceder al actual presidente, René Preval, pidieron aplazar los comicios, pero el resto, y sobre todo la Minustah, consideraron que la falta de elecciones llevaría al país a una situación de mayor incertidumbre e inestabilidad.

ATENTADOS La campaña electoral, con lemas simplistas, mensajes a los teléfonos móviles y un par de atentados, el último ayer, reflejó la historia convulsa de corrupción y golpes de Estado que pesa sobre el país. La duda, hoy, vuelve a estar entre la "continuidad" y la "ruptura". Apadrinado por el presidente saliente, que además es su suegro, Jude Celestin tiene todas las cartas en la mano para que el partido Inité siga en el poder. Preval lo puso al frente del organismo de reconstrucción tras el seísmo y ha podido hacer su campaña en helicóptero. Su eslogan es 100% Haití . Pero en la calle se dice de él: "Celestin es cólera".

Los sondeos dan una ligera ventaja a la exsenadora Mirlande Manigat, que quiere romper con la "incompetencia y la corrupción" de los últimos 20 años y esgrime el lema Todos estamos de acuerdo . El duelo está entre ellos dos, pero el candidato más popular es el cantante Michel Martelly. Sin censo fiable y con el recuerdo de antiguos comicios amañados, hasta los directivos del registro electoral temen un "fraude por todas partes". La opositora Manigat dice que "medio millón de votos fraudulentos" pueden usarse a favor del oficialista Celestin. Para Martelly "es una certeza, esta elección no será creíble. Habrá fraude masivo".