La militancia del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) dio la sorpresa en las primarias celebradas para elegir a su nueva presidencia: la candidatura del ala izquierda del partido, conformada por el dúo Saskia Esken y Norbert Walter-Borjans, se impuso a la centrista y continuista conformada por el vicencanciller y ministro de finanzas, Olaf Scholz, y la diputada federal Klara Geywitz. Así lo anunció este sábado la jefa interina del partido, Malu Dreyer, en la Willy-Brandt-Haus, la sede federal del SPD.

El dúo conformado por Esken y Walter-Borjans obtuvo el 53,06 % de los votos, frente al 45,33 obtenido por la candidatura de Geywitz y Scholz. Poco más del 45% de los más de 400.000 militantes del partido participaron en la elección, lo que demuestra la apatía de las bases de un partido que lleva meses oscilando entre el 13 y 15% en las encuestas de intención de voto.

Con la elección de la candidatura más rebelde e izquierdista, la militancia socialdemócrata parece intentar sacar al partido de una espiral de irrelevancia política en la que parece atrapada la histórica formación.

El partido tiene todavía que refrendar la nueva presidencia en un congreso federal que se celebrará el próximo fin de semana en Berlín. El paso se da por hecho.

En ese mismo congreso, el SPD tendrá que decidir si se mantiene dentro de la gran coalición con la CDU-CSU de Angela Merkel o abandona el Gobierno federal para intentar regenerarse en la oposición. Se da por hecho que la opinión de Esken y Walter-Borjansserá clave para la decisión final.

De romperse la coalición, Alemania estaría abocada a un Gobierno en minoría o a unas elecciones anticipadas, lo que también supondría el fin prematuro de la carrera política de Merkel. Esken y Walter-Borjansdijeron dijeron implícitamente durante los debates que estarían dispuestos a sacar al SPD de la actual gran coalición.

El SPD ha cogobernado como socio menor de la CDU-CSU de Merkel en tres de las cuatro últimas legislaturas en Alemania. En ese mismo periodo, la socialdemocracia ha perdido casi la mitad de los votos. Esa decadencia electoral ha generado un debate en el interior del partido sobre cómo convertir al SPD de nuevo en una alternativa de Gobierno al conservadorismo de la CDU-CSU. El ala izquierda, que hasta ahora había fracasado en sus intentos de hacerse con la dirección del partido, toma ahora la palabra.