El alemán oriental, Matthias Platzeck, de 51 años, fue elegido ayer, con un abrumador 99,4% de los votos, nuevo presidente del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) en el congreso federal de este partido en Karlsruhe.

En la historia del SPD nunca nadie, salvo el jefe del SPD Kart Schumacher, obtuvo un respaldo mayor, en 1947 y 1948, cuando el SPD renacía entre los escombros dejados por la guerra. Platzeck sustituye a Franz Müntefering, futuro vicecanciller.

CUPULAS DEL ESTE Platzeck, jefe del Gobierno regional de Brandenburgo, reconoció que su resultado es similar al que obtenían los dirigentes de la desaparecida República Democrática Alemana. Tras esta elección, los dos principales partidos de Alemania --el SPD y la CDU, que encabeza Angela Merkel, también de 51 años-- están encabezados por alemanes provenientes y formados en la antigua RDA.

No obstante, en el Partido Socialdemócrata la presencia de políticos del Este es casi nula. Entre los 18 dirigentes principales, incluido el secretario general, sólo tres vienen de la antigua RDA. El nuevo presidente del SPD dijo que asume la dirección de las filas socialdemócratas para poner fin a las rencillas internas, profundizar el rejuvenecimiento y la renovación del partido y fortalecer al SPD para que actúe como garante de la justicia social en la gran coalición.

Según el nuevo dirigente socialdemócrata, esa gran alianza política puede ser aprovechada "para pasar de la sociedad industrial a la sociedad del conocimiento", pero hay que evitar a su principal enemigo: "El radicalismo de mercado".

"Todos los estudios y el resultado de las recientes elecciones demuestran que los alemanes desean que se mantenga el modelo social europeo", declaró Platzeck. Abogó luego por los valores tradicionales del partido, pero adaptados a una nueva realidad, en los que el crecimiento no es un don que hay que dar por supuesto como en los tiempos del auge económico.

En su opinión, la justicia social y crear un "estado social que sea fuente de energía para la economía y la sociedad" son los dos grandes objetivos de la alianza, para los que resulta necesario ser optimistas y ser conscientes de todas las posibilidades de Alemania. "No podría vivir en otro lugar", dijo Platzeck.