La vicepresidenta del Partido Socialdemócrata (SPD) alemán, Andrea Nahles, dijo ayer que "ha terminado el periodo de gracia" para la cancillera cristianodemócrata Angela Merkel, y anunció "otras querellas serias en el seno de la gran coalición" de Gobierno tras la dimisión del vicecanciller, el socialdemócrata Franz Müntefering.

Pocas veces los editorialistas alemanes han coincidido tanto. Rotativos de todas las tendencias afirman que la gran coalición ha llegado a su fin. El periódico muniqués Süddeutsche Zeitung, de enorme peso en la política alemana, lo dice con absoluta claridad y con todas sus letras: "Estamos frente al fin de la gran coalición". Lo único que no se sabe es cuánto durará este final. Incluso se podría prolongar hasta el 2009, cuando debe acabar oficialmente.

Mientras, los partidos de la oposición creen que ha llegado su hora y en la trastienda se habla de diversas alternativas, desde una alianza de los conservadores con los liberales y Los Verdes, hasta una renovación de la coalición rojiverde, reforzada por el Partido de la Izquierda. Merkel guarda silencio y, con excepciones, también la plana mayor de la CDU.