Los socialdemócratas alemanes no levantan cabeza. A menos de un año de las elecciones, la campaña no oficial hace tiempo que está abierta y el SPD no logra detener su caída en las encuestas. Hoy por hoy obtendría el 23% de los votos, según un sondeo difundido ayer. La unión de centroderecha de su socio de coalición, la CDU de la cancillera Angela Merkel, y su hermana bávara, la CSU, lograría el 37%, y Die Linke (La Izquierda), de OsKar Lafontaine, sería la tercera fuerza con un 13%, por encima de liberales (12%) y Verdes (9%).

A los socialdemócratas les es cada vez más difícil definir su espacio. Intentan ser firmes en reformas de tipo progresista, como la del impuesto sobre la herencia, y distanciarse de medidas impopulares. Así, han dado marcha atrás en el acuerdo con la CDU para la intervención del Ejército en suelo nacional.