El Ejército de Sri Lanka se hizo ayer con el control total de Kilinochi, la que ha sido durante 10 años la capital de facto de la guerrilla tamil, que persigue desde hace un cuarto de siglo la creación de un estado independiente en el noroeste de la isla con predominio de la etnia tamil, de religión hindú frente a los cingaleses, budistas y mayoritarios en el país.

La caída del enclave supone un duro golpe para la guerrilla porque era el núcleo desde donde gestionaba su propia red administrativa, policial y judicial. Desde que el Gobierno ceilanés rompiera unilateralmente los acuerdos de alto el fuego del 2002, hace poco menos de un año, el Ejército se ha enfrascado en una dura campaña militar con el objetivo de arrinconar a la guerrilla en el norte de la isla.

El presidente de Sri Lanka, Mahinda Rajapaksa, que anunció ayer a través de un mensaje a la nación la conquista del feudo norteño de la guerrilla, insistió en que "el mundo entero" debe valorar la toma de Kilinochi porque los Tigres para Liberación de la Patria Tamil están "internacionalmente" reconocidos como "la organización terrorista más poderosa del mundo".

El Ejército tiene ahora el dominio de la estación de tren, el hospital, varios complejos e infraestructuras, especialmente la A-9, que une verticalmente el norte de la isla con el resto del país.

ATENTADO EN COLOMBO Apenas una hora después del anuncio de la conquista del bastión guerrillero, un suicida que conducía una motocicleta hizo estallar la carga que llevaba cerca de una base militar en la capital, Colombo. Dos soldados ceilandeses murieron y 34 personas, entre ellas 12 militares, resultaron heridas en la zona de Slave Island, frente a la sede central de las Fuerzas Aéreas de Sri Lanka.