Nicola Sturgeon, la ministra principal de Escocia y líder del Partido Nacional Escocés (SNP), pisa el acelerador independentista tras la gran victoria obtenida en las últimas elecciones. Sturgeon pidió ayer oficialmente y por escrito a Boris Johnson la apertura de negociaciones para celebrar un segundo referéndum de independencia. Sturgeon confirmó el envío de una carta al primer ministro conservador británico en la que solicita el traspaso permanente de poderes al Parlamento autonómico de Escocia a fin de celebrar legalmente la consulta en el segundo semestre del 2020. En una breve nota, Downing Street rechazó la posibilidad de un nuevo plebiscito.

Sturgeon invoca la sección 30 de la ley de Escocia de 1998 y acompaña la carta de un documento de 38 páginas, titulado Escocia, el derecho a elegir, con las enmiendas al actual estatuto autonómico necesarias para que el Parlamento de Westminster ceda esos poderes al de Holyrood. Ante la respuesta, que sabía negativa, Sturgeon advirtió de que seguirá presionando incansable. «Voy a mantenerme firme. Sé que hoy la oposición desde Westminster será rotunda, pero Boris Johnson no debe hacerse ilusiones de que esto acaba aquí».

MANDATO DEMOCRÁTICO / El SNP ganó 48 de los 59 escaños en liza en Escocia en las elecciones del 12 de diciembre, lo que a juicio de Sturgeon le otorga el «indiscutible mandato democrático» para celebrar ese nuevo referéndum. «La democracia debe y va a prevalecer», afirmó durante la presentación del documento en Bute House, la residencia oficial de la ministra principal. «La alternativa es un futuro en el que se nos imponga lo que hemos rechazado. Escocia dejó muy claro la pasada semana que no quiere un gobierno tory liderado por Boris Johnson sacándonos de la Unión Europea. Ese es el futuro al que nos enfrentamos si no tenemos la oportunidad de considerar la alternativa de la independencia», declaró.

Johnson ha repetido en varias ocasiones que no autorizará la consulta y volvió a hacerlo en la conversación telefónica que mantuvo con Sturgeon el pasado viernes, el día después de las elecciones. Downing Street despachó la demanda en una breve nota en la que consideró que un nuevo referéndum supondría una «distracción perjudicial».

‘BREXIT’ Y SERVICIOS PÚBLICOS / El primer ministro, en un nuevo discurso de la reina, presentó ayer el programa legislativo de su gabinete tras la arrasadora victoria en las elecciones. Buena parte del contenido ya había sido dado a conocer en el discurso anterior el 14 de octubre. La gran diferencia es que ahora tiene la mayoría más que suficiente para llevarlo a cabo. Como era de esperar, el brexit figuró a la cabeza de sus propuestas. «La prioridad de mi Gobierno es culminar la salida del Reino Unido de la Unión Europea el 31 de enero. Mis ministros van a presentar nueva legislación para asegúranos que el Reino Unido sale ese día», leyó la soberana.

Entre la treintena de propuestas anunciadas en el Parlamento, abunda el incremento de fondos para los servicios públicos. Una estrategia para convencer a los exvotantes laboristas de que sus promesas electorales no serán en vano.

El Gobierno conservador establece por primera vez por ley un incremento extra de varios miles de millones de libras para la sanidad pública en Inglaterra. Hay presupuestos especiales asimismo para infraestructuras y transportes o ayudas a la educación.