El elevado número de víctimas mortales en el accidente del sumergible nuclear ruso Nerpa se debió a un exceso de ocupantes mal preparados para un viaje submarino, así como a la falta de máscaras de oxígeno. Este fue ayer el dictamen de varios expertos navales rusos sobre el accidente en el mar de Japón que causó el sábado 20 muertos.

Tres militares rusos y 17 miembros de los astilleros encargados de la construcción del buque murieron a causa de la inhalación del gas freón emitido por el sistema de extinción de incendios que se activó por causas desconocidas. La activación del sistema antiincendios no constituye en sí misma una amenaza mortal para los miembros de la tripulación, que deberían estar provistos de máscaras con carga de oxígeno. Pero el número de personas a bordo superaba casi tres veces la tripulación habitual.