La estrategia sueca de no confinar a sus habitantes sigue suscitando dudas. El epidemiólogo jefe de la Agencia de Salud Pública, Anders Tegnell, admitió ayer que se deberían haber tomado más medidas, visto que el país registra una mortalidad muy superior a la del resto de vecinos nórdicos. «Si nos enfrentásemos a la misma enfermedad sabiendo lo que sabemos hoy, creo que acabaríamos haciendo algo a medio camino entre lo que Suecia hizo y lo que hizo el resto», señaló Tegnell a la emisora pública Radio de Suecia.

Tegnell habló de «potencial de mejora», aunque se mostró inseguro sobre si la solución habría sido tomar más medidas y durante más tiempo, todas a la vez o cuáles. Suecia ha adoptado desde el comienzo una estrategia más suave que la mayor parte de países europeos, con muchas recomendaciones apelando a la responsabilidad individual. Hasta el momento, el país ha registrado 38.589 casos y 4.468 muertos.