Suecia se despertó ayer aún conmocionada por el atentado que la noche del sábado golpeó el centro de Estocolmo con las explosiones de un coche y de un supuesto suicida en una acción que podría haber provocado una masacre. Los servicios de inteligencia (S PO) confirmaron que los estallidos se produjeron poco después de recibirse un e-mail con amenazas al país nórdico por su presencia militar en Afganistán por parte de un presunto terrorista islámico.

Las autoridades suecas decidieron no aumentar el grado de amenaza terrorista, pero sí incrementar la presencia policial en los puntos más céntricos de la capital. Suecia ya aumentó hace meses la alerta a grado tres en una escala máxima de cinco, el nivel más alto del último lustro.

El atentado ha sacudido al país, orgulloso de su tradición pacífica y tolerante. Berlín y Ankara se apresuraron a condenarlo. El primer ministro sueco, el conservador Fredrik Reinfeldt, lo calificó de "inaceptable" e "indeseable", aunque reclamó "paciencia" y tiempo para investigar las incógnitas del caso. Reinfeldt exhortó a no sacar "conclusiones precipitadas" sobre los hechos.

PISTAS EN FACEBOOK Sin embargo, la policía admite como principal hipótesis la conexión entre el e-mail y las explosiones. Varios medios suecos, citando fuentes anónimas de la investigación, apuntaron que el dueño del vehículo y el suicida eran la misma persona. "Parece que trabajaba por su cuenta, pero debemos seguir investigando si hay más implicados", dijo a Reuters Anders Thornberg, del SAP . Se trata de un iraquí de 29 años, que emigró a Suecia en 1992 y estudió Terapia Deportiva en Luton (Inglaterra). En su perfil de Facebook, incluía una bandera de Al Qaeda y varios enlaces a vídeos del portal YouTube con imágenes de mártires, señalaron fuentes de la investigación.

El sitio islamista Choumokh al-Islam, vinculado a Al Qaeda, identificó al supuesto suicida como Taymour Abdel Wahab, y publicó una foto suya en la web. "Es nuestro hermano, el mujaidín Taymour Abdel Wahab, quien ha ejecutado la operación mártir en Estocolmo", indicó.

Los atentados se produjeron en la zona más comercial de la capital sueca, atestada de compradores en plena campaña navideña. Un coche con bombonas de gasolina explotó en el cruce de las calles Drottning y Olof Palme, e hirió a dos personas. Diez minutos después, y a tan solo 200 metros de allí, se produjo el segundo estallido, tras el cual murió el supuesto suicida.

El hombre llevaba una mochila llena de tornillos y seis "bombas de tubo", pero solo una explosionó, según el diario Aftonbladet, lo que hace sospechar que lo hizo antes de tiempo. El objetivo era dirigirse a una zona más concurrida y matar al mayor número de personas posible.

En el e-mail remitido a la policía y la agencia TT, se criticaba el despliegue de 500 militares suecos en Afganistán y el "silencio" oficial ante las caricaturas de Mahoma del dibujante sueco Lars Vilks, amenazado de muerte por grupos islamistas.