La propuesta del Parlamento Europeo de armonizar los salarios de los eurodiputados por encima de los 9.000 euros mensuales (1,5 millones de pesetas) ha creado malestar entre algunos gobiernos de la Unión Europea, por considerar que esa cifra es demasiado elevada y que puede provocar una reacción negativa de la mayoría de los ciudadanos, obligados a llegar a final de mes con unos ingresos muchísimo más modestos.

El Consejo de Ministros de la UE debe pronunciarse hoy en Bruselas sobre el proyecto del Estatuto del Eurodiputado. Los Quince ya han logrado que la Eurocámara corrigiera algunos excesos de la propuesta, como obtener la jubilación a los 60 años o que su salario quedara exento de tributación nacional.

Los diputados nacionales

El punto más explosivo ahora del proyecto es la fijación de un sueldo armonizado para los eurodiputados, que ponga fin a la actual disparidad en función de su nacionalidad, que se agravaría aún más con la integración de 10 nuevos miembros.

El sueldo más bajo corresponde a los españoles (2.618,73 euros mensuales) y el más alto a los italianos (10.974,66 euros). Ahora cada país paga a sus eurodiputados con la misma retribución que a los demás parlamentarios nacionales. El proyecto de estatuto propone que el salario se pague con cargo al presupuesto de la UE.

La propuesta de la Eurocámara es fijar el sueldo del eurodiputado en la mitad del salario de un juez del Tribunal de Justicia de la UE y, como contrapartida, acabar con el actual sistema de gastos de viaje estandarizados muy por encima de su coste real, con el que la mayoría de eurodiputados redondean por ahora sus salarios.

"La mitad del salario de un juez del Tribunal Europeo se sitúa, con la actualización del 2004, por encima de los 9.000 euros mensuales. Esta es una cifra que algunos países consideramos excesiva", señalaron fuentes diplomáticas de alto nivel. Alemania, Francia, Holanda, Dinamarca y Suecia son los países que más cuestionan esa cifra por ser demasiado elevada.

En el otro extremo, España, Portugal y Bélgica apoyan la propuesta de la Eurocámara, para aprobar el Estatuto del Eurodiputado, que lleva pendiente más de 20 años. España considera el proyecto "un acuerdo equilibrado y bueno" y atribuye la oposición de Alemania a su rechazo a aceptar nuevos gastos en el presupuesto comunitario, del que es el principal contribuyente.

Viajes continuos

"El sueldo de un eurodiputado debe ser suficientemente elevado para compensarle por sus continuos desplazamientos y por tener que estar cada mes varias semanas en Bruselas y Estrasburgo", declararon fuentes diplomáticas favorables al proyecto de la Eurocámara.

La posición de los eurodiputados españoles es la más delicada de todas, ya que su salario nominal es el más bajo y sus ingresos reales dependen de las elevadas compensaciones por gastos de viaje. La presión política del Consejo de Ministros acabará forzando a la Eurocámara a compensar en el futuro solamente los gastos reales de los desplazamientos, por lo que necesitan que se apruebe el estatuto para garantizar sus ingresos.

De momento, el Parlamento ha condicionado ese cambio a la aprobación del estatuto con la armonización de los sueldos. Pero, si no se llega a ningún acuerdo, será difícil que pueda oponerse a la política de rigor en el gasto público del Consejo de Ministros de la UE.