Un terrorista suicida a bordo de una furgoneta bomba hizo detonar ayer una potente carga explosiva en las instalaciones del departamento de policía de Nazrán, la principal ciudad de Ingusetia, república rusa del Cáucaso norte, vecina de Chechenia. El vehículo derribó el portón de acceso al recinto y, una vez dentro, activó su carga causando la muerte a 20 personas y heridas a más de un centenar. Es el mayor ataque registrado en esta república autónoma desde el 2005. La policía lo atribuyó a insurgentes islamistas relacionados con la vecina Chechenia que intentan desestabilizar al Kremlin en su flanco más vulnerable: el noreste del Cáucaso.

La agencia Interfax Ajílgov informó de que la furgoneta Gazel iba conducida por un kamikaze, cuya cabeza fue encontrada a 50 metros del epicentro de la explosión. Las otras víctimas del atentado identificadas hasta ayer eran agentes de policía.

El 22 de junio pasado, otro terrorista suicida intentó matar al presidente ingusetio, Yunus-bek Yevkúrov, quien resultó gravemente herido, y el miércoles de la semana pasada, el ministro de la Construcción de la república, Ruslán Amirjánov, fue asesinado a tiros en su despacho.

REFUERZO DE LA SEGURIDAD El presidente ingusetio, que reasumió sus funciones la semana pasada, ordenó redoblar las medidas de seguridad en todas las dependencias policiales de la república. Desde Chechenia, el presidente, Ramzán Kadírov, subrayó la necesidad de "acabar con los restos de la bandas armadas que actúan en el Cáucaso". "Tenemos un enemigo y una tarea común, que es neutralizarlo", enfatizó Kadírov. Desde Moscú, fue destituido el ministro del Interior de Ingusetia, Ruslán Meiríev.