La explosión de un camión- bomba conducido por un terrorista suicida causó ayer al menos 35 muertos y 30 heridos. El vehículo fue lanzado contra el edificio del hospital de la base militar rusa de Mozdok, en Osetia del Norte (Cáucaso), cerca de la frontera con Chechenia. Un portavoz de la guarnición militar atribuyó el atentado a los separatistas chechenos.

En el momento de la explosión había en el hospital casi un centenar de personas, entre militares heridos, civiles enfermos y personal sanitario. Las autoridades informaron de que al menos diez cadáveres fueron recuperados de debajo de los escombros del edificio, mientras una treintena de heridos eran ingresados en otras instituciones médicas de la zona.

La explosión se produjo en torno a las siete de la tarde (las cinco en España), y destruyó al menos uno de los edificios, rompió los cristales de los demás y arrasó una serie de tiendas de campaña desplegadas en las cercanías. El presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó al ministro de Defensa el control de las labores de rescate.

Este es el segundo atentado suicida en Mozdok después de que el pasado 5 de junio una mujer kamikaze cargada de explosivos se inmolara contra un autobús de la Fuerza Aérea rusa y matara a 16 especialistas civiles y militares de la base aérea local. Este aeródromo militar alberga a los cazas, bombarderos y helicópteros de combate que atacaron objetivos civiles y rebeldes durante las dos guerras chechenas.

PROXIMAS ELECCIONES

La república de Chechenia se prepara para celebrar elecciones presidenciales el próximo 5 de octubre, un acontecimiento considerado clave por Putin para restablecer la paz en la región. Los rebelde chechenos rechazan el plan y luchan para expulsar de su pequeño territorio a los soldados rusos estacionados allí.