Al menos 75 muertos y más de 200 heridos. Este es el balance provisional del brutal atentado con explosivos que se registró ayer junto a una importante mezquita chií de Bagdad. Los equipos de rescate trabajaban bajo las ruinas de los edificios afectados por la deflagración. El ataque terrorista se produjo horas después de que el Ejército de EEUU lanzara en el noreste del país una de las mayores ofensivas militares contra Al Qaeda desde que estalló la guerra hace más de cuatro años.

El camión bomba, al parecer conducido por un suicida, estalló pasadas las dos de la tarde en la plaza de Jalani, en el barrio de Sinak, en el centro de Bagdad. La explosión derrumbó uno de los muros de la mezquita, que alberga la tumba de Mohamed al Jalani, considerado el ayudante del Mahdi, el imán oculto . Muchos de los fallecidos eran fieles que en ese momento salían del templo tras participar en la plegaria.

Este ataque se produce una semana después de que unos desconocidos dinamitaran los dos alminares de la mezquita de Samarra. El Gobierno impuso entonces un estricto toque de queda en la capital iraquí, para evitar el recrudecimiento de la guerra confesional. La medida, levantada el pasado domingo, no impidió que extremistas chiís atacaran nueve mezquitas sunís.

10.000 SOLDADOS La guerra de las mezquitas coincide con la ofensiva militar que inició ayer de madrugada EEUU en Diyala y su capital, Baquba (65 kilómetros al noreste de Bagdad). En la operación participan 10.000 soldados, apoyados por helicópteros, aviones y blindados. "El objetivo es acabar con la influencia de Al Qaeda en esa provincia y eliminar las amenazas a su población", dijo ayer el general de EEUU Mick Bednarek.

El Pentágono ha lanzado el ataque días después de que llegaran al país las últimas unidades de refuerzo --35.000 hombres-- que prometió el presidente estadounidense, George Bush.