Una potente explosión junto a la entrada de una estación de metro de Moscú y cerca de un supermercado causó ayer la muerte al menos a 10 personas y heridas a medio centenar, entre ellas varios niños, según un primer balance de urgencia del Ministerio de Interior ruso.

Una mujer suicida, presumiblemente chechena, fue la responsable de la catástrofe, según las primeras hipótesis policiales. La deflagración fue tal que dos automóviles se incendiaron, lo que hizo suponer inicialmente que la carga había sido colocada en uno de ellos o en ambos. Los cristales de la zona se rompieron por la onda expansiva y las alarmas de los coches se activaron en un radio de medio kilómetro.

EN HORA PUNTA El atentado tuvo lugar en la Prospekt Mira (Avenida de la Paz), en el norte de Moscú, a las 20.15 hora local (18.15 hora peninsular española), en un momento de gran movimiento de viandantes y vehículos por la zona. Citados por las agencias locales de información, los servicios especiales rusos apoyaron su hipótesis en el hecho de que, a diferencia de las otras víctimas mortales, uno de los cadáveres, de una mujer, estaba prácticamente destrozado. Testigos presenciales añadieron que una mujer de aspecto checheno que se dirigía a la entrada del metro se apercibió de que la policía estaba pidiendo documentación a algunos usuarios, retrocedió y saltó por los aires.

El atentado tuvo lugar una semana después de que dos aviones rusos con 90 personas a bordo fueran derribados por dos viudas chechenas suicidas y dos días después de que se celebraran en Chechenia elecciones presidenciales. Las Brigadas Islambuli, las mismas que dijeron ser las responsables de los atentados de los aviones, se adjudicaron ayer el de Moscú. Yuri Luzhkov, alcalde de la capital rusa, dijo que la explosión podría ser el equivalente a tres kilos de trilita.

Al conocerse la noticia del atentado, en Moscú fueron extremadas las medidas de seguridad, ya de por sí imponentes desde el martes.