El Tribunal Supremo italiano ratificó ayer la victoria de la coalición de centroizquierda La Unión que lidera Romano Prodi en las elecciones generales del 9 y 10 de abril, después de haber examinado las papeletas anuladas y los recursos presentados. Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi, dijo "tomar nota" de la decisión judicial y anunció una nueva batería de recursos. Giulio Tremonti, ministro de Economía, reclamó "controles suplementarios".

La batalla está lejos de estar cerrada, y la llamada telefónica de Berlusconi a Prodi reconociendo su derrota posiblemente se hará esperar. La Constitución italiana establece que tras el dictamen del Supremo las cámaras puedan dirimir los casos discutidos a través de una comisión formada al 50% por la mayoría y por la oposición. Para Prodi, ya no quedan "mas dudas" sobre su victoria y subrayó que quien vence "tiene el derecho y el deber de gobernar".

El Supremo confirmó que La Unión logró exactamente 24.755 votos más que la Casa de las Libertades capitaneada por Berlusconi. Este resultado adjudica al centroizquierda el premio electoral que le garantiza una mayoría absoluta de 348 diputados, sobre un total de 630.

En la Cámara alta, los progresistas son mayoría, con 158 senadores sobre los 156 del centroderecha, pero cuentan el posible apoyo de cuatro de los siete senadores vitalicios. Aunque Mirko Tremaglia, ministro de Inmigración, anunció ayer "con satisfacción" que un senador independiente elegido por los extranjeros "que estaba con Prodi" se ha pasado a la derecha. Los resultados del Senado no han sido todavía validados.

En total, los progresistas de La Unión consiguieron 19.002.598 votos, contra 18.977.843 de los conservadores. Analizando estas cifras cifras, resulta que Forza Italia ha perdido 1.800.000 votos respecto a las generales del 2001, pérdida de la que se han beneficiado sus aliados del centrista UDC y de la extrema derecha de Alianza Nacional (AN).

Precisamente, fue UDC el primer partido dentro de la coalición la Casa de las Libertades que reconoció la victoria del centroizquierda y deseó "un buen trabajo a Romano Prodi, en el interés de Italia y de los italianos".

Los más de 19 millones de votos logrados por la coalición progresista de 12 partidos suponen 2.515.000 votos más que los obtenidos en el 2001.