A partir de un caso que podría cambiar la forma en que los condenados a muerte son ejecutados en EEEUU, el Tribunal Supremo estudiará si la mezcla de drogas de las inyecciones letales es constitucional. Dos reos en el corredor de la muerte, Ralph Baze y Thomas Clyde Bowling Jr., demandaron al estado de Kentucky en el 2004 alegando que las inyecciones letales violan la octava enmienda de la Constitución, que prohíbe un castigo "cruel e inusual".

Con la apelación al Supremo, Kentucky detuvo la ejecución de Baze, prevista para ayer. Esta es la primera vez que los magistrados de la máxima instancia judicial de EEUU aceptan estudiar la posible inconstitucionalidad del método. Ambos presos han llevado su causa hasta el Supremo con el argumento de que la inyección letal infringe un dolor innecesario.