Apenas 24 horas después de que la fiscal jefe de Israel, Edna Arbel, recomendara procesar al primer ministro israelí, Ariel Sharon, el Tribunal Supremo ordenó ayer a su hijo, Gilad, entregar documentación de dos de los casos de corrupción en los que el primer ministro está presuntamente implicado. Mientras, Sharon anunció que en un mes presentara su plan de evacuación de la franja de Gaza.

Sharon tiene muy poco tiempo para hacer muchas cosas, y vincula su futuro político a la evacuación de Gaza. Está previsto que en un plazo de un mes, el fiscal general, Menachem Mazuz, decida si lo procesa bajo la acusación de aceptar sobornos. El 14 de abril, Sharon buscará en EEUU el apoyo de George Bush para su plan de separación, que incluye la evacuación de los colonos de Gaza. Ayer, en una una reunión del Comité de Defensa y Asuntos Exteriores de la Knesset, Sharon dijo que si logra el de Bush, presentará de inmediato el plan, primero a su Gobierno y después al Parlamento. Si se cumple el calendario, Mazuz debería hacer público si procesa al primer ministro por esas fechas.

Mientras, se suceden las peticiones de dimisión. "Usted no es Superman; no puede gobernar y a la vez lavar su nombre", interpeló ayer el diputado del Meretz, Yossi Sarid, en la comisión. El número dos de Sharon, Ehud Olmert, declaró que no tiene "ninguna duda" de que su jefe no dimitirá si Mozuz decide procesarlo. Un procesamiento que los analistas israelís ven muy probable, y más con las nuevas revelaciones. Según el diario Haaretz, Sharon está acusado de haber ayudado al empresario David Appel en un negocio de turismo inmobiliario en una isla de Grecia a cambio de un sueldo millonario para su hijo Gilad.