El Tribunal Supremo de Turquía ha confirmado una sentencia de cadena perpetua para tres acusados de torturar hasta la muerte a un activista, en lo que es constituye un hito histórica en la lucha contra la impunidad del Estado, informa hoy el diario turco "Radikal".

La sentencia no sólo castiga a dos guardas de la cárcel que golpearon a un detenido hasta infligirle heridas mortales, sino también al subdirector de la prisión, por no haberlo evitado.

Es la primera vez que Turquía impone la perpetua por delitos relacionados con la tortura en las fuerzas de seguridad.

Ya en octubre de 2012, cuando un tribunal acordó la sentencia ahora confirmada por el Supremo, la organización Amnistía Internacional definió el caso como "histórico", porque "es poco frecuente que Turquía siente en el banquillo a funcionarios por haber cometido actos de tortura u otros tipos de maltrato".

La víctima, Engin Çeber, fue detenida en octubre de 2008 tras haber participado en una manifestación contra la violencia policial y murió diez días más tarde a causa de las heridas infligidas en la prisión Metris de Estambul.

La causa de su muerte fue confirmada por un informe forense y reconocida por el Ministerio de Justicia, que pidió disculpas.

Junto a las tres cadenas perpetuas, el Supremo también ha confirmado varias sentencias menores a otros guardas implicados.