Los muertos en Taiwán por el tifón Morakot superan ya los 500, según estimaciones gubernamentales. La cifra es un salto enorme desde los 118 muertos reconocidos hasta ayer. Fue el presidente, Ma Ying-jeou, quien sumó los fallecidos previos a los más de 300 habitantes de Hsiao Lin, un pueblo en el sur de la isla sepultado por toneladas de barro y piedras. El último recuento es más realista.

Tanto los supervivientes como el opositor partido del Kuomintang han criticado la gestión de la crisis del Ejecutivo de Ma, elegido en el 2008. En la isla se denuncia que los esfuerzos por rescatar a los aislados en remotas montañas han sido insuficientes. Ma ha aclarado que las copiosas lluvias destrozaron carreteras, aislaron pueblos e impidieron el aterrizaje de helicópteros. El tifón ha destrozado 34 puentes y 253 segmentos de carreteras.