A sus 66 años, Oskar Lafontaine, hombre de agitada vida política que en 1990 fue candidato a la cancillería del SPD, partido que abandonó en el 2005, es ahora el enemigo público de los socialdemócratas. Su talante de outsider le llevó a ser la peor pesadilla de su partido en época de Gerhard Schröder --con el que solo aguantó 4 meses al frente de Finanzas-- y se desbordó el día que decidió formar un partido con excomunistas.