El Gobierno de Seúl expresó ayer su "consternación" e "indignación" por el asesinato a manos de los talibanes afganos del segundo rehén de un grupo de 23 surcoreanos secuestrados en Afganistán el pasado 19 de julio. El Ministerio de Exteriores identificó a la víctima como Shim Sung-min, de 29 años, miembro, al igual que el resto del grupo, de la Iglesia Presbiteriana Saem-Mul. El miércoles fue ejecutado Bae Hyung-kyu, pastor evangélico, de 42 años y jefe del grupo.

Familiares y amigos de Shim informaron a la prensa surcoreana de que el joven dejó hace dos meses su empleo en telecomunicaciones para unirse a la iglesia y enseñar a minusválidos. "El Gobierno solo puede sentir una profunda indignación, y denuncia con fuerza este asesinato implacable", declaró el portavoz de Exteriores, Cho Hee-yong.

NUEVO PLAZO Los talibanes fijaron ayer otro ultimátum que expira hoy a mediodía. Un emisario surcoreano está en Afganistán para intentar liberar a los 21 rehenes, y su estancia se ha prolongado dos o tres días. Los talibanes exigen la liberación de ocho de sus prisioneros por el mismo número de rehenes antes de entablar negociaciones.

La policía de la provincia de Ghazni halló el cuerpo de Shin en la cuneta de una carretera en el este de esta región, horas después de que los talibanes anunciaran su muerte porque Kabul no había respondido positivamente a sus demandas.

El alemán secuestrado por los talibanes desde el pasado 18 de julio está "bien de salud", informó el Gobierno afgano. El pasado 21 de julio, otro ingeniero alemán que había sido secuestrado junto a él fue ejecutado.