Los talibanes afganos han anunciado hoy una nueva campaña de ataques contra las tropas internacionales y otros intereses extranjeros a partir del lunes en Afganistán. En un comunicado, los integristas anuncian su "operación de primavera, denominada Al-Faath (victoria) contra los americanos, los miembros de la OTAN y sus subordinados".

Según los talibanes, la operación incluirá tácticas guerrilleras y suicidas, uso de minas y bombas camineras, asesinatos de funcionarios, bloqueos de carreteras o centros militares, sitios de localidades y detenciones de "invasores".

Entre los amenazados, figuran, entre otros, el personal militar estadounidense y de la OTAN, los consejeros extranjeros, miembros del Gobierno de Hamid Karzai, los parlamentarios y los altos funcionarios afganos. También serán objeto de ataques las compañías logísticas o implicadas en tareas de reconstrucción, y "todos aquellos que apoyen o trabajen por el fortalecimiento del dominio extranjero".

Los talibanes aprovechan para pedir la retirada "inmediata e incondicional de todas las fuerzas invasoras. Y consideran la yihad como "el único medio hacia ese fin".

Capacidad puesta en duda

El ministro de Defensa afgano, Abdul Rahim Wardak, ha puesto en duda de que los talibanes tengan capacidad real para llevar a cabo esas amenazas, que ha calificado de mera "campaña de propaganda".

Los talibanes han incrementado sus acciones en Afganistán en los últimos años, lo que ha llevado a Estados Unidos y sus aliados de la OTAN a mandar refuerzos militares al país, donde, tras los nuevos envíos, habrá unos 140.000 soldados extranjeros.

Tras llevar a cabo una ofensiva en la provincia sureña de Helmand a comienzos de este año, las tropas internacionales preparan ahora una gran operación en la colindante provincia de Kandahar, uno de los bastiones tradicionales de los integristas.