Los talibanes concedieron ayer una prórroga de tres días al Gobierno italiano para que varios de sus portavoces sean liberados. De lo contrario, los insurgentes islámicos matarán al periodista de La Repubblica Daniele Mastrogiacomo, secuestrado el 1 marzo. A su vez, anunciaron que habían ejecutado a Sabed Agha, de 25 años, chófer del reportero, al considerarlo espía de la coalición militar internacional.

La concesión de una prórroga hasta la noche del lunes se produjo poco después de que Massimo D´Alema, ministro de Exteriores italiano, manifestara que su Gobierno había pedido más tiempo a los talibanes. La petición fue divulgada en la mañana de ayer para que llegara a tiempo a los destinatarios. "Este asunto complejo comporta contactos entre varios gobiernos e instituciones, por lo que no puede ser resuelto en pocas horas", explicó D´Alema.

Las palabras de D´Alema pusieron de manifiesto que la negociación para salvar a Mastrogiacomo es de tipo político y que transcurre entre Roma, la presidencia afgana, la oenegé italiana Emergency y los talibanes. En los últimos contactos, los secuestradores han renunciado a la retirada de las tropas italianas y se contentarían con la liberación de dos, tres o seis --según las fuentes-- portavoces de los talibanes detenidos en Kabul. Han trascendido tres de los nombres: Abdul Latif Hakimi, Ustad Yasir y Mohamed Hanif. Varios analistas han comentado la coincidencia entre el secuestro del reportero italiano y el voto que la próxima semana deberá emitir el Senado de Roma para refinanciar la misión militar en Afganistán.

Ayer llegó a Roma un mensaje de audio de Mastrogiacomo, grabado antes que el vídeo, en el que los talibanes apuntaban al periodista que dijera que el plazo caducaba ayer noche.