Los insurgentes talibanes confirmaron hoy el secuestro de 22 ciudadanos surcoreanos que viajaban en un autobús con destino a Kabul, cuando pasaban por la región oriental afgana de Ghazni, un hecho del que había informado el Ministerio coreano de Asuntos Exteriores.

En su página web, los insurgentes corroboraron que el secuestro se produjo en el área de la localidad de Qara Bagh, cuando los surcoreanos se dirigían hacia la capital del país desde la ciudad de Kandahar, en el sur. "Un consejo talibán decidirá qué hacer con ellos", indicó el comunicado, en lengua pashtún.

En sus comunicados, los talibanes son muy dados a reivindicar todo tipo de actos -reales o no- contra las tropas occidentales desplegadas en el país, pero esta vez el secuestro cuenta con la notificación previa del Ministerio de Asuntos Exteriores surcoreano.

Un portavoz oficial surcoreano dijo que su Ministerio está verificando el secuestro de "unos 23 misioneros cristianos" a través de varios canales, y que ya ha sido formado un comité de coordinación con la embajada surcoreana en Afganistán.

Poco más tarde, el subjefe provincial de la Policía de Ghazni, Mohamed Zaman, anunció que un "gran número" de efectivos policiales ha sido ya enviado a la zona para buscar a los secuestrados, que cuantificó en unas 16 personas. Zaman culpó a los secuestrados por no llevar escolta y por no haber informado a la Policía de la ruta que pensaban seguir.

En Afganistán, un país en el que han muerto más 3.000 personas víctimas de la violencia en lo que va de año, hay desplegados unos 200 soldados surcoreanos dedicados a labores humanitarias de reconstrucción.

El número de misioneros cristianos surcoreanos en Afganistán se estima en 120.