Teherán La cita es cada día a partir de las 10 de la noche. A esta hora las voces de miles de teheranís irrumpen en la oscuridad y gritan "¡Alá akbar!" (Dios es grande). Lo hacen desde las azoteas. "Es un grito de protesta y de libertad", explica Alí, que cada noche se sube a lo alto de su inmueble junto a sus padres y sus dos hermanos menores. ¡Alá akbar! es el grito de guerra que los iranís utilizaron para acabar hace 30 años con la dictadura del sah Reza Palevhi. Mientras, en las calles del centro, miles de reformistas se manifiestan cada día. En la foto, un seguidor de Musavi, ayer, en Teherán.