Las lluvias han vuelto a ensañarse con Río de Janeiro. Varias zonas de la metrópolis brasileña mostraban ayer un rostro calamitoso por las inundaciones que han causado al menos 79 muertos y 58 heridos, aunque la cifra empeoraba de hora en hora. El secretario de Salud y Defensa Civil del Estado, Sergio Cortes, reveló que hay 20 cariocas desaparecidos.

La lluvia continua, desde el domingo, provocó graves problemas en Río, así como en las ciudades satélite de Sao Gonzalo y Niteroi. En 24 horas cayeron 288 litros por m2, una cifra sin precedentes. El peligro de nuevos temporales y corrimientos de tierras obligó al alcalde, Eduardo Paes, a realizar un llamamiento desesperado a los habitantes de las violentas y precarias colinas de Río de Janeiro. "Sabemos que es triste perder una casa, pero es peor perder la vida", dijo.