Alas armas valientes cruceños". La consigna, pintada en una pared frente a la plaza 24 de Septiembre de Santa Cruz, inflama de retórica bélica los corazones en la región más rica de Bolivia, donde mañana se celebra un referendo autonómico contra los deseos del presidente Evo Morales. El Gobierno ha declarado ilegal la consulta. La califica de "separatista" y acusa a EEUU de fomentarla.

"No les tenemos miedo", responden los dirigentes cruceños, que creen que el 80% de los votos a favor del serán un seguro contra cualquier intento de La Paz de frustrar los deseos que se manifiestan en todos los niveles de la vida cotidiana: hay "moda autonómica", con el color verde claro como estandarte, y hasta se sirven "ensaladas autonómicas", con una vinagreta imposible de conseguir fuera de Santa Cruz.

"Por no desprenderse de este poder absoluto han querido enfrentarnos y quieren convencernos de que el centralismo es mejor", dijo el prefecto de la ciudad, Rubén Costas, al cerrar la campaña del .

LA PAZ LLAMA A LA ABSTENCION El Gobierno llama a los cruceños a abstenerse de participar en el referendo. La Corte Nacional Electoral avisó de que no habrá castigos en caso de ausencias. En un anuncio publicitario a favor del no , un actor representa a un deficiente mental al que su madre le pregunta qué piensa del estatuto.

"¿Esta Tuto?", interroga el hijo, creyendo, con espanto, que le habla de Jorge Tuto Quiroga, el referente nacional de la derecha. La madre mira a la cámara y dice que el muchacho es en rigor inteligente y por eso está en contra de la autonomía.

En cambio, la publicidad por el opuso imágenes de un futuro idílico y músicas empalagosas contra los rostros del presidente venezolano, Hugo Chávez, y de Morales. Oriente contra Occidente. Collas versus Cambas. Capital-provincias. Izquierda-derecha. Guapas-feas. Todas los antagonismos se han puesto en juego. Hasta los más insólitos.

El Estado boliviano es groseramente centralista. Los cruceños ni siquiera pueden designar a sus autoridades sanitarias. Pero la disputa con La Paz es de otra naturaleza. Buena parte de las reservas de hidrocarburos bolivianas están en Santa Cruz y las demás regiones enfrentadas con Morales (Pando, Beni y Tarija), que no desean "mantener" al Altiplano indígena.

La otra gran línea divisoria está relacionada con la tierra. El Gobierno calcula que unas 15 familias, entre ellas algunos de los líderes cruceños, controlan 803.000 hectáreas. La autonomía frenaría la política del presidente a favor de la reforma agraria.

SITUACION "DELICADA" El exministro argentino de Exteriores Dante Caputo, el mediador enviado de la Organización de Estados Americanos (OEA) para resolver el conflicto, cree que la situación es "delicada" porque, más allá del tema del referendo, hay una discusión de poder. La Paz no quiere la autonomía. Y Santa Cruz rechaza la Constitución que el Movimiento al Socialismo (MAS, el partido de Morales) aprobó sin el concurso opositor. Las dos partes deberían ceder.

"Se han agotado las balas hasta en el mercado negro. Y si hay un muerto de nuestra parte, la gente saldrá a las calles", afirma a este enviado uno de los líderes del referendo. Bolivia siempre tensa la cuerda y, al borde del precipicio, consigue encontrar una salida. Es posible que el lunes, con el resultado consumado, se abra una puerta. Pero por ahora, la sensación de calma tiene aquí tanta credibilidad como un billete falso.