OCHO POLICIAS heridos y siete ciudadanos detenidos es el balance de los enfrentamientos ocurridos la noche del viernes en Cagliari. Cerca de 1.000 manifestantes sardos prendieron fuego a algunos contenedores, arrojaron piedras contra la policía y tiraron bolsas de basura en los alrededores de la villa del gobernador local, Renato Soru, al que critican por aceptar la entrada en la isla de 500 toneladas de basuras procedentes de Nápoles, que atraviesa una grave crisis.