El derribo del vuelo MH17 del avión de Malaysia Airlines que sobrevolaba Ucrania con 298 personas a bordo ha despertado la indignación mundial y la exigencia, por parte de la comunidad internacional, de una investigación que aclare las causas de la caída del Boeing 777. Sin embargo, toda apunta a que esa investigación será compleja y que la autoría de la masacre tardará en resolverse.

Aunque EEUU ha optado por la cautela oficial, sí da por hecho que el Boeing fue derribado por un misil tierra-aire y que "llevará tiempo" conseguir información sobre quién disparó el misil y sobre "las intenciones de quien estuviera involucrado", según recoge la prensa estadounidense. La Casa Blanca ha evitado apuntar a Rusia, pero la exsecretaria de Estado Hillary Clinton ha sido más directa y ha afirmado que hay que "avisar a Putin de que ha ido demasiado lejos". "No vamos a quedarnos parados mirando", ha dicho Clinton, que también ha urgido a la Unión Europea a ser más contundente con el Kremlin por su apoyo a los separatistas prorrusos.

Esta tragedia, que se produce en pleno conflicto bélico en Ucrania y en el peor momento de las relaciones entre Rusia y Occidente desde la guerra fría, puede ser un punto de inflexión para que la comunidad internacional tome medidas para resolver la crisis abierta entre Kiev y los separatistas. Los analistas creen que la imposición de sanciones más duras por parte de la UE a Rusia por apoyar a los separatistas ucranianos podría ser clave para resolver la crisis.

EEUU y Alemania han urgido ya a un alto el fuego en Ucrania para permitir la labor de los investigadores, que tienen previsto acceder a la zona en las próximas horas, según ha confirmado un portavoz de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Los equipos de rescate han recuperado ya 181 cuerpos, de los 298 que viajaban en el aparato entre pasajeros y tripulación.

Investigación compleja

Las labores de investigación no serán fáciles. Las dos cajas negras ya han sido recuperadas, pero una de ellas está en manos rebeldes por lo que no está claro quién la analizará y tampoco está claro si el análisis de las cajas permitirá determinar quién disparó el misil. Para complicar aún más la investigación, testigos han visto a vecinos de la zona del siniestro retirar piezas del fuselaje del avión.

Por su parte, el Gobierno de Ucrania y los separatistas prorrusos siguen enzarzados en un cruce de acusaciones, culpándose de haber abatido el aparato. Este viernes, las autoridades de Kiev han afirmado que el sistema de misiles Buk que, según su versión, habrían utilizado los separatistas prorrusos para derribar el avión malasio fue trasladado el jueves por la noche a territorio ruso.

Un portavoz del Ministerio de Interior ucraniano, Anton Heraschenko, ha informado en su página de Facebook de que un "terrorista" se desplazó el jueves a la zona donde se produjo el supuesto derribo para "resolver la situación". A continuación, los rebeldes decidieron trasladar el sistema de misiles a Rusia, "donde probablemente será destruido", según Heraschenko, citado por la agencia Interfax.

Asimismo, ha dicho que Kiev cuenta con Información de Inteligencia sobre el posible traslado a Rusia de la caja negra localizada por los separatistas. En este sentido, ha advertido de que podría ser entregada al Servicio Federal de Seguridad (FSB) ruso.

Audios de agentes rusos

Los prorrusos, por su parte, han negado estar implicados en el derribo del aparato y Rusia ha señalado al Ejército ucraniano. Según el ministro ruso de Defensa, sus sistemas de vigilancia detectaron actividad de radar procedente de un sistema ucraniano de misiles Buk el jueves por la tarde, coincidiendo con la caída del avión. Una versión que el Ejército ucraniano ha rechazado argumentando que sus tropas no disparon misiles este jueves.

En esta guerra de propaganda, Kiev también ha hecho públicos unos audios en que se oye a supuestos agentes rusos hablando sobre que los rebeldes habrían derribado un avión civil al que habrían confundido con un avión militar ucraniano.