Un caso de supuesto espionaje mantiene en vilo las relaciones diplomáticas entre Chile y Perú. Según reveló el viernes una emisora de radio de Lima, un militar peruano que trabajó varios años en la Embajada de Perú en Santiago de Chile espió para el Gobierno chileno.

La noticia provocó que el presidente de Perú, Alan García, decidiera ayer abandonar Singapur, donde asiste al Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico. Además, García suspendió la entrevista que tenía prevista en la ciudad-Estado con su homóloga chilena, la presidenta Michelle Bachelet.

El Gobierno de Lima llamó también a consultas a su embajador en Chile, Calor Pareja, y suspendió el viaje oficial de la ministra peruana de Producción, Mercedes Aráoz, a la capital chilena.

La cadena Radio Programas del Perú (RPP), que fue la que sacó a luz el supuesto caso de espionaje, señaló que el espía es un suboficial de la Fuerza Aéra peruana que estuvo empleado en la embajada de su país en Chile hasta el 2003. El militar, según RPP, está detenido desde el pasado jueves.

Al parecer, el suboficial cobraba por sus servicios de espionaje entre 5.000 y 8.000 dólares mensuales (entre 5.300 y 3.300 euros), y fue descubierto al intentar captar a otro militar de su misma nacionalidad como agente. Fuentes del Ministerio de Defensa peruano dijeron que el caso lo conocían de "antemano" pero que al ser "un asunto muy delicado" optaron por mantenerlo en secreto.

La crisis chileno-peruana se une a la que viven Venezuela y Colombia por la instalación de bases de EEUU.