El Gobierno de Austria podría tener las horas contadas. El vicecanciller y líder del ultraderechista Partido por la Libertad (FPÖ), Heinz-Christian Strache, está contra las cuerdas después de que la noche del viernes se hiciese público un vídeo en el que se le ve negociando con la supuesta nieta de un oligarca ruso cercano a Vladímir Putin cómo invertir millones de euros de origen desconocido en su campaña electoral a cambio de favores políticos.

El vídeo muestra el encuentro de Strache, de pasado neonazi, y Johann Gudenus, miembro de la ejecutiva del FPÖ, con varias mujeres en una lujosa villa de Ibiza durante la noche del 24 de julio de 2017. Una de esas se presenta como Alyona Makarova, quien quiere realizar una donación al partido xenófobo, algo que en Austria es ilegal si supera los 2.641 euros. Para eludir el Tribunal de Cuentas, Strache le pide no hacer la donación al FPÖ sino a una asociación con la que se esquiva ese control y asegura que ese sistema ya ha recibido generosas donaciones de millonarios austríacos, entre ellas del fundador de la compañía de armas de fuego Glock.

Pero Makarova no es la nieta de ningún oligarca ruso, sino el anzuelo de una trampa. El encuentro está siendo grabado con una cámara oculta. Aunque en un principio duda, el vicecanciller termina picando y hablando de corrupción con una mujer de 27 años a la que acaba de conocer. El FPÖ tiene una relación muy estrecha con el Kremlin.

FAVORES POLÍTICOS Y CONTROL DE MEDIOS

Tras seis horas de reunión, las partes llegan a un acuerdo: ese dinero ruso de dudoso origen servirá para impulsar la campaña del FPÖ. La mujer le pide a cambio favores políticos y ventajas fiscales. Aunque Strache repite que solo está abierto a negociar acuerdos legales sigue discutiendo sobre la posibilidad de recompensarla con contratos públicos si éste termina en el gobierno. Tres meses después Strache se convertiría en vicecanciller del país y Gudenus en líder parlamentario del FPÖ.

Para más inri, la comprometedora información publicada ayer por los diarios alemanes Süddeutsche Zeitung y Der Spiegel también pilla a Strache hablando de cómo controlar los medios de comunicación. Makarova le propone al líder de la extrema derecha adquirir la mitad de las acciones del Kronen Zeitung, un influyente tabloide austríaco, para convertirlo en un instrumento de propaganda electoral.

Eso parece entusiasmar a Strache, quien piensa en Heinrich Pecina, el hombre que ayudó a terminar la libertad de prensa en Hungría, para el trabajo. Queremos construir un paisaje mediático como lo hizo Orbán, asegura.

CRISIS EN EL GOBIERNO AUSTRIACO

La publicación del vídeo ha hecho tambalear al Ejecutivo austríaco, de coalición entre la ultraderecha y los conservadores del canciller Sebastian Kurz (ÖVP). Según aseguraron varias fuentes al diario austríaco Kurier, Strache se reunirá esta mañana con Kurz y se espera que por la tarde comparezca ante los medios para anunciar su dimisión. Eso deja al gobierno de Viena en una posición especialmente delicada a falta de una semana para las elecciones europeas. El canciller deberá decidir si convoca nuevas elecciones o si mantiene el gobierno con el partido ultraderechista y asciende a vicecanciller a Norbert Hofer, vicepresidente del FPÖ y actual ministro de Industria.