Con la asistencia por primera vez del expresidente Jacques Chirac, el Consejo Constitucional dio ayer por válidos los tests de ADN establecidos por el artículo 13 de la nueva ley de inmigración, aunque expresó algunas reservas. El tribunal rechaza la demanda presentada por los partidos socialista, comunista, verde, radical de izquierda y el Modem de François Bayrou.

Lo que se dirimía es si el artículo 13, al implantar los tests de ADN para ciertos casos de reagrupación familiar de los inmigrantes, violaba la Constitución al fijar derechos distintos para franceses y extranjeros. El tribunal resuelve que no porque "la filiación del niño extranjero sigue sometida a la ley personal de la madre extranjera", es decir, que al hijo se le aplica la ley del país de la madre y no la francesa. "Bajo estas reservas ..., la ley" francesa no es contraria "al principio de igualdad", dice la resolución.

Otra reserva advierte de que los tests no deben ser sistemáticos. El tribunal dice que "el artículo 13 no dispensa de verificar caso por caso los documentos del estado civil" de los demandantes de visado. Las autoridades deberán probar que han verificado los documentos antes de recurrir a los tests.

El tribunal anula el artículo 63, que permitía la elaboración de estadísticas étnicas --contar, por ejemplo, el número de negros que hay en Francia-- por ser contrario a la Constitución.