La casualidad quiso que los atentados en Bombay coincidieran con la visita de una delegación del Parlamento Europeo, encabezada por el eurodiputado de CiU Ignasi Guardans, y con otra visita de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, a la que acompañaban varios consejeros y una delegación empresarial. Unos y otros se vieron sorprendidos por la ola de tiroteos y ataques con bomba. Un funcionario de la Eurocámara fue asistido en un hospital.

Guardans presidía la delegación de la comisión de Comercio Exterior del Parlamento Europeo que había viajado a la India, integrada por siete eurodiputados (acompañados de tres intérpretes y ocho funcionarios). "Algunos de los diputados y de los funcionarios hemos salido a cenar a un restaurante. Al cabo de un rato hemos recibido una llamada de los que se habían quedado en el hotel (el Taj Mahal) y nos han dicho que había un tiroteo", explicó Guardans, sin poder salir del restaurante, en una conversación telefónica con este diario, forzosamente breve porque el móvil del eurodiputado de la federación nacionalista, ante las numerosas llamadas recibidas por lo sucedido, estaba a punto de quedarse sin batería.

"En el hotel tenemos a una eurodiputada escondida en la cocina y otros están encerrados en sus habitaciones y oyen los tiros y las explosiones", continuó Guardans, obviamente afectado por la situación, aunque sin perder en ningún momento la calma.

Situación muy confusa

"Dos de los funcionarios se han ido a cenar a otro restaurante y uno de ellos, un húngaro, ha resultado herido, creo que leve, y se ha trasladado a un hospital", añadió el europarlamentario de CiU (el único español en la delegación). "Los terroristas tiran aún bombas y granadas de mano desde los coches. La situación es muy confusa", explicó.

La eurodiputada encerrada en la cocina del Taj Majal es alemana; un eurodiputado polaco y un funcionario del Parlamento seguían anoche encerrados en la habitación, y otro eurodiputado británico estaba también en el hotel. Al final resultó que el funcionario húngaro no estaba herido pero fue trasladado al hospital (posiblemente por sentirse indispuesto), según explicó posteriormente a este diario desde Bruselas el portavoz del Parlamento Europeo, Jaume Duch.

A Esperanza Aguirre y la delegación madrileña que la acompañaba el ataque les pilló en el hall del Hotel Oberoi. Cuando iban a registrarse fueron sorprendidos por un tiroteo en el mismo vestíbulo. Aguirre dio por terminado el viaje y, junto a tres consejeros de la Comunidad y el alcalde de Majadahonda, Narciso de Foxá, se dirigió al aeropuerto y tomó un vuelo a Zúrich para regresar a Madrid.

Tres empresarios españoles de la delegación comercial que acompañaba a Aguirre seguían anoche atrapados en el Oberoi, donde hubo varias explosiones. "Hemos roto las ventanas para salir. No sabemos qué hacer. Hay mucho humo y nadie contesta ningún teléfono", explicó a la agencia Efe uno de ellos.