Un total de 16 personas --dos policías y 14 asaltantes-- han muerto esta madrugada en un enfrentamiento armado ocurrido en la región autónoma de Xinjiang, donde las tensiones entre el régimen comunista de China y minorías musulmanas como los uigures han aumentado en los últimos cuatro años.

Según ha informado la web oficial Xinjiang Tianshan News, un grupo de presuntos terroristas armados con machetes y explosivos tendió una emboscada a policías locales el domingo en la comarca de Shufu, cerca de la ciudad de Kashgar, centro histórico y cultural de los uigures, en la frontera con varios países de Asia Central. La policía se encontraba en la zona para efectuar varias detenciones cuando se produjo el enfrentamiento, señala la web oficial que no da más detalles sobre esa operación.

El ataque inicial empezó entrada la noche del domingo y causó dos muertos entre la policía, ante lo cual los efectivos de seguridad abrieron fuego y mataron a 14 atacantes y detuvieron a otros dos.

Cadena de incidentes

En los últimos años, varios enfrentamientos entre fuerzas policiales y asaltantes, calificados de terroristas por Pekín, han causado cientos de muertos. El más reciente fue el pasado 16 de noviembre, cuando 11 personas, incluidos dos policías, murieron durante el asalto a una comisaría en la localidad de Serikbuya.

Semanas antes, el 28 de octubre, un automóvil en el que viajaban tres personas de nacionalidad uigur atropelló a decenas de personas y se incendió junto al retrato de Mao Zedong en la puerta de la Ciudad Prohibida en Tiananmen, una acción que causó cinco muertos y que Pekín atribuyó a grupos separatistas que operan en Xinjiang.

Enfrentamientos étnicos

En el 2009, la capital regional de Xinjiang, Urumqi, fue escenario del peor conflicto étnico en China de las últimas décadas, cuando diversas protestas de uigures se tornaron en violentos enfrentamientos con inmigrantes han que se saldaron con alrededor de 200 muertos.

La región, una zona rica en recursos energéticos situada en el extremo noroccidental de China, se ha convertido en escenario frecuente de enfrentamientos entre minorías como la uigur y los chinos han, etnia mayoritaria en el país. Mientras Pekín defiende un mayor control en la región para hacer frente a lo que denomina "grupos separatistas, extremistas y terroristas", los uigures critican el aumento de la represión policial y la discriminación que sufre su cultura frente a la han, a la que acusan de colonizarles.