Ante unos resultados electorales que han creado una gran incertidumbre política, las dos principales formaciones -"tories" y laboristas- se ven ante el dilema de negociar por separado con otros partidos para intentar formar un Gobierno de coalición. Cuando se han escrutado 621 de los 650 escaños que están en juego en el Parlamento de Westminster, los conservadores obtienen 291 asientos, los laboristas de Brown 251 y los liberaldemócratas de Nick Clegg 52. Si bien los "tories" tienen más escaños, no llegan a la cifra de 326 necesaria para gobernar en solitario, lo que ha creado el llamado "Hung Parliament" (Parlamento colgado, sin mayoría absoluta) que obliga a los partidos a negociar una coalición. Ante una situación así, Gordon Brown permanece al frente del Gobierno mientras hay negociaciones entre los partidos y la reina Isabel II, que como manda la tradición hubiera pedido al ganador que formase hoy mismo gobierno, espera en el Palacio de Buckingham. Según los medios británicos, Brown considera que el Gobierno en el poder tiene prioridad de formar la nueva Administración aun sin tener la mayor cantidad de escaños. Brown puede argumentar que un Gobierno mayoritario de coalición sería mejor en momentos de incertidumbre económica como la actual que una administración minoritaria. Es posible, según los analistas, que Brown busque la coalición con los liberaldemócratas de Nick Clegg (terceros del país), pero también con los nacionalistas galeses (3) y escoceses (6). El ministro de Empresa, Peter Mandelson, considerado el "hombre fuerte" del laborismo, dijo hoy que el partido está dispuesto a considerar un acuerdo con los liberaldemócratas para impedir la llegada de los conservadores al poder. Al ser preguntado si la retirada de Brown como líder laborista sería el precio de una coalición, Mandelson dijo que el partido de Clegg "tiene que expresar primero esa opinión y no lo ha hecho". Por su parte, Cameron, que tiene previsto hacer una declaración en torno a las 13.30 GMT, ha presionado de alguna manera a Brown al afirmar que el laborismo ha perdido el mandato para gobernar. Tras retener su escaño por la circunscripción de Witney Court (sur de Inglaterra), el líder "tory" puntualizó que, pase lo que pase con el resultado de las elecciones, trabajará por el mejor interés del país y hará lo necesario para ayudar a que el Reino Unido tenga un "Gobierno fuerte, estable, decisivo y bueno". Tras calificar la campaña electoral de "positiva" y "enérgica", Cameron insistió en que los resultados indican que el país quiere "un cambio" y un "nuevo liderazgo". Según los expertos, Cameron puede entrar en coalición con los unionistas de Irlanda del Norte, pero éstos sólo han sacado ocho escaños, cifra insuficiente para los conservadores. El líder liberaldemócrata puede ser decisivo en la formación del nuevo Gobierno, ya que podría negociar tanto con conservadores como laboristas para ver quien hace la mejor oferta, como la convocatoria de un referéndum sobre la reforma del sistema electoral. El partido de Clegg insiste en esta reforma porque el sistema de mayoría simple a una sola vuelta del Reino Unido favorece el bipartidismo entre "tories" y laboristas y deja a un lado a las formaciones más pequeñas. Después de retener su escaño por la circunscripción de Sheffield (norte de Inglaterra), Clegg pidió hoy que no se tomen decisiones precipitadas para intentar formar un nuevo Gobierno. "El resultado final de las elecciones todavía es impredecible. La gente ha votado, pero nadie parece haber ganado claramente", dijo. "No creo que nadie deba precipitarse a la hora de reclamar algo o de tomar decisiones que no aguanten el paso del tiempo", manifestó el líder liberaldemócrata. "Pase lo que pase en los próximos días, semanas o meses, los liberaldemócratas se guiarán por los principios de justicia social, de responsabilidad para estabilizar la economía en un momento de crecientes incertidumbres y de cambio político real", concluyó.