El exgeneral Ante Gotovina, responsable de la ofensiva militar con la que el Ejército croata recapturó en 1995 la Krajina, el enclave en la que los serbios rebeldes habían autoproclamado su propia república dentro de Croacia, se sentó ayer en el banquillo de los acusados en el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY). Gotovina y los también generales Ivan Cermak y Mladen Markac están acusados de orquestar el asesinato de centenares de serbios, así como la destrucción de viviendas de familias serbias. Entre 150.000 y 200.000 serbios huyeron o fueron expulsados con la caída de la Krajina.

"Los serbios emprendieron una huida provocada por el pánico; no fue accidental, sino por designio", afirmó ante el tribunal Alan Tieger, de la fiscalía del TPIY, en la primera jornada del juicio. La mayoría de esta población huyó hacia Serbia o hacia el territorio de Bosnia que estaba bajo control serbio. "Para los que se quedaron, la vida se convirtió en una pesadilla", añadió. Según Tieger, "350 civiles" fueron asesinados.

El TPIY no cuestiona la legalidad de la reconquista de la Krajina, pero el fiscal asegura que, como responsable de la operación, Gotovina sabía y no hizo nada para impedir los crímenes que sus fuerzas cometieron. Los tres acusados se declaran inocentes. El procesamiento de Gotovina en el año 2001 provocó una auténtica conmoción en Croacia, donde estaba considerado un héroe por haber recuperado la integridad territorial del país. De hecho, el primer ministro croata, Ivo Sanader, manifestó ayer que esperaba que el proceso judicial "confirme la inocencia" de Gotovina.