El secretario general del Consejo de Europa, Terry Davis, lanzó ayer una llamada de atención a una veintena de países, entre ellos España, por su escasa colaboración en la investigación que este organismo inició en marzo del pasado año acerca de las presuntas actividades ilegales de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA) en territorio europeo. Davis presentó un informe en el que estima que "Europa, en su mayoría, parece ser un excelente terreno de caza para los servicios secretos extranjeros".

Es una de las conclusiones extraídas de las respuestas aportadas por los 46 países que integran el Consejo en torno a los vuelos y los centros secretos de detención de la CIA para sospechosos de terrorismo en el viejo continente. España figura entre esas naciones que, junto con Francia, Suiza, Rusia y Turquía, entre otras, se abstuvieron de contestar algunas de las preguntas formuladas en el cuestionario que esta organización les remitió en noviembre con el objeto de clarificar las condiciones en las que la CIA habría presuntamente llevado a cabo este tipo de actividades.

Expone dicho informe que si España ha dado todas las explicaciones convenientes a las preguntas sobre las investigaciones judiciales puestas en marcha, no ha respondido a ciertas cuestiones sobre el control adecuado de los actos de agentes de servicios secretos extranjeros en su territorio nacional ni sobre la existencia de funcionarios públicos implicados en casos de detención de individuos y su posterior transporte. Por este motivo, España volverá a ser interrogada acerca de los puntos que hayan quedado sin aclarar.

Mientras, ayer se conoció que Anne-Marie Lizin, representante para Guantánamo de la Organización para la Seguridad y Cooperación Europea (OSCE), visitará mañana el polémico centro de detención invitada por la Casa Blanca. La OSCE lleva esperando esta visita dos años.