D ecenas de personas profirieron ayer gritos contra la clase dirigente libanesa durante una visita del presidente francés, Emmanuel Macron, a una zona de Beirut afectada por la deflagración ocurrida el martes en el puerto de la ciudad y que ha causado 137 muertos y más de 5.000 heridos. Una multitud arremolinada alrededor de Macron gritó consignas en francés pidiendo la salida de todos los políticos libaneses y calificando de «terrorista» al presidente libanés, Michel Aoun, quien ayer recibió a su homólogo en el aeropuerto de la capital libanesa y le acompañó durante una visita al puerto.

«Estoy aquí y propondré un nuevo pacto político esta tarde y volveré el 1 de septiembre para hacerle un seguimiento», respondió Macron ante las protestas espontáneas en las inmediaciones de donde se encontraba inspeccionando los daños causados por la deflagración.

Sin embargo, y aunque las manifestaciones perdieron fuelle durante la pandemia del coronavirus, han continuado de forma esporádica en medio de un empeoramiento de la grave crisis económica, que podría profundizarse todavía más tras una explosión que ha dejado a miles de personas sin hogar e innumerables daños materiales.

La detonación del pasado martes generó una enorme onda expansiva que afectó a miles de viviendas y edificios destruyendo cristales y muros, lo que ha llevado a gran parte de la población de esa parte de la ciudad a buscar un techo en otros lugares.

Las autoridades de la Gobernación de Beirut informaron de que los daños podrían rondar los 3.000 o 5.000 millones de dólares y que aún hay alrededor de un centenar de desaparecidos.

En su visita, Macron pidió a los dirigentes libaneses que acometan reformas y aseguró que volverá al Líbano para hacer seguimiento de la situación. «Más allá de la explosión (...) hoy hay una crisis política, moral, económica y financiera que ha durado varios meses, varios años, y esto implica fuertes iniciativas políticas», dijo en una reunión con Aoun.

Según un comunicado del Elíseo, Macron habló con Aoun, el primer ministro Hasan Diab y el jefe del Parlamento Nabih Berri con «mucha franqueza y transparencia». Les dijo que es el momento de tomar «fuertes iniciativas políticas para luchar contra la corrupción, para imponer transparencia, para llevar a cabo las reformas» que fueron sugeridas en la gran conferencia de donantes en París (CEDRE), celebrada en el 2018.

Además, el presidente francés prometió a su llegada al Líbano ayuda logística, médica y de investigación. «Mi mensaje es un mensaje de hermandad, amor y amistad de Francia al Líbano, y buscamos asegurar la ayuda internacional para el pueblo libanés», declaró Macron a la prensa en el aeropuerto.

Los 33 millones de euros servirán para hacer frente a las primeras necesidades de emergencia, asistencia médica y equipos y la protección de la infraestructura crítica. Además, la Comisión estudiará un mayor apoyo en función de la evolución de las necesidades humanitarias, según indicó en un comunicado.

Von der Leyen y Diab también discutieron la asistencia a largo plazo que la UE puede dar al proceso de reconstrucción del país. La presidenta de la CE mencionó la posible movilización de expertos y equipos para ayudar a evaluar el alcance del daño y manejar sustancias peligrosas como el asbesto y otros productos químicos, especialmente importante para las estructuras civiles y la reconstrucción del puerto de Beirut.

El país está de luto oficial de tres días desde el miércoles y la capital libanesa se encuentra en estado de emergencia bajo la supervisión de las Fuerzas Armadas, encargadas del mantenimiento del orden. H