Uno de los asaltantes de una sucursal bancaria venezolana que mantienen desde hace más de 24 horas al menos a 30 rehenes aceptó que entren en la entidad un sacerdote y un médico para atender a los secuestrados. Jorge, nombre que dio el asaltante, declaró a la emisora colombiana Caracol Radio que acepta "para que vean cómo se está tratando a la gente, para que hablen con las personas" retenidas. Agregó que están dispuestos a "liberar a los niños" y a una mujer embarazada de casi ocho meses.

El delincuente dijo que siguen en contacto con las autoridades venezolanas para "ver a qué acuerdo llegamos". Según la información facilitada a la emisora desde el interior de la sucursal del Banco Provincial (BBVA) de Altagracia de Orituco, estado de Guárico, a unos 150 kilómetros de Caracas, los rehenes son 46 adultos y "unos cuatro o cinco niños".

Entre ellos están una mujer de 36 años y sus dos hijas, de 9 y 7 años y las tres de doble nacionalidad española y venezolana, confirmaron en Caracas fuentes diplomáticas españolas. Los cuatro asaltantes, de entre 23 y 27 años, según declaró otro de los delincuentes que dijo llamarse Ricardo, no quieren "hacer daño a nadie". Caracol Radio habla en directo con asaltantes y secuestrados desde hace más de una hora.

Según el gobernador del estado de Guárico, Edaurdo Manuitt, los secuestradores exigen dinero y una ambulancia que llegue marcha atrás a la puerta del banco para huir con cuatro rehenes, tres mujeres que se han ofrecido, y el subgerente de la sucursal, Antonio Humache. Manuitt dijo a la emisora colombiana que, en principio, no tenían inconvenientes en las dos primeras condiciones, pero no podían permitir la huida de los asaltantes con cuatro rehenes por la falta de garantías sobre su vida.

Los asaltantes, que mantienen en la mano sus armas de fuego y que disponen también al menos de una granada, según una empleada del banco, no quieren ya ni llevarse dinero, sino que no les maten, como dijo uno de ellos.