Primero fueron Venezuela y Cuba. Que había sintonía entre Fidel Castro y Hugo Chávez quedó claro desde la llegada del venezolano al poder (2000) y rubricado en pactos comerciales y de cooperación. Luego vino Bolivia: se acusó a Chávez de patrocinar la revuelta indígena de hace dos años, germen de la presidencia de Evo Morales. El mandatario aymara eligió Cuba como destino de su primera visita al extranjero, y allí firmó, la semana pasada, varios acuerdos con Castro.